Nueva dieta mediterránea; Medusas a la plancha
>> lunes, 20 de julio de 2009
Cuando era peque, la playa me gustaba mucho; pero no tanto por el hecho de bañarme en esas aguas a veces cristalinas y otras medio turbias. Lo que más me gustaba sin duda era jugar con la tierra, hacer castillos de arena, con sus torres, sus fosas, sus caminos…
Bañarse en esas aguas cristalinas es algo muy confortable; el agua está en calma, puedes ver el fondo del mar, las caracolas, las estrellas de mar, el rizo de la tierra formándose por los movimientos internos de las aguas... pero aún así, un mar sin olas es algo un tanto incompleto. A grandes trechos, me gustaba más meterme con olas subido en mi colchoneta hinchable o zambullirme cuando se acercaba una y volver a la superficie cuando se desvanecía en la orilla.
Antes las banderas indicaban el estado del mar: verde (en calma); amarilla (revuelta); rojo (mala mar, peligro no meterse). No obstante, los tiempos cambian. Ahora ya no tan solo indican el estado del mar, sino que te advierten de otros peligros. Antes hablar de “medusas” era algo anecdótico: “si yo he visto una”; “yo conozco a alguien que le picó una”; “la he visto en foto”… ahora ya no es así. Las medusas impregnan de incertidumbre nuestras costas, acechando a los bañistas desde mar adentro y avanzando en grandes bancos dejándose arrastrar por las corrientes marinas. Ahora lo anecdótico sería decir que no has visto ninguna medusa surcando por la playa en la que te has bañado.
Es una pena tener miedo cada vez que te metes en el agua; el pensar que te puede aparecer de golpe una especie de bolsa de plástico flotando pero que en realidad por debajo tiene tentáculos… Fijaros como son las cosas y hasta qué punto hemos llegado, que el otro día leí una noticia en la web 3cat24.cat que se titulaba así: “Carme Ruscalleda incorpora las medusas en el menú de su restaurante de Sant Pol de Mar”. ¿En qué mundo vivimos?” antes los platos “selectos” eran otra cosa… ahora sin embargo, hasta medusas podemos encontrar… en fin, no se vosotros pero yo antes que pagar por comer un plato de medusas, me iba a una playita, metía la mano en el agua y allí mismo me hacia una barbacoa con medusas a la plancha. Por favor, si alguien ha probado ese plato o ha degustado la cocina de Carme Ruscalleda que me explique qué tal le ha parecido y si lo recomienda. Quién sabe, quizá de aquí un tiempo leamos la noticia que las medusas están en peligro de extinción por su caza desmesurada para la dieta mediterránea…
Sea como sea, en las fotos podéis ver esos bancos de medusas (fotos obtenidas también en la misma web que la noticia de la Ruscalleda). Mirar el lado positivo, si te estás bañando en el mar y te rodean las medusas, podrás decir que has formado parte de uno de los exclusivos platos de Carme.
Finalmente, puedo decir que la playa actualmente ya no me atrae prácticamente nada; no solo por las medusas, sino por otras circunstancias complementarias que os explicaré más adelante.
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