El día de la marmota

Pues sí, ya hemos cambiado de año. El 2018 se ha quedado atrás para dar paso al 2019. Eso quiere decir una cosa: volvemos a empezar de cero. Tenemos 365 días por delante para intentar que sean diferentes, que no incurramos en los mismos errores de cada año y que la rutina anual no nos atrape haciendo que el nuevo año sea igual que los anteriores.

Para ello, para romper con esa rutina, el primer punto es tener unos objetivos (todos posibles y asumibles). Si nos marcamos unos objetivos muy amplios o muy grandes, seguramente acabaremos por abandonarlos en pocas semanas y por tanto, acabaremos abrazando un año igual que el anterior.

Para estas fechas normalmente ya tengo objetivos marcados, pero este año no es así. Me he planteado la posibilidad de esperar un mes para marcarme algún objetivo que me motive, sea diferente y, por supuesto, asumible.

Lo importante es hacer algo diferente, que te sorprenda a ti mismo, y que salga de lo que normalmente haces. Salir de tu zona de confort para conseguir ampliar nuevos horizontes y conseguir nuevas metas. Solo de esa manera conseguiremos que el año no se convierta en el día de la marmota o, mejor dicho, en el año de la marmota.

¡Feliz año nuevo a todxs!