“FUTUREX”: el futuro de la humanidad

Buscando por las copias de seguridad de mis archivos del PC de hace años, he encontrado algunas historias, poesías, escritos y reflexiones que un día me dio por plasmar en un papel. He estado pensando y creo que es una pena que acaben por perderse, así que he decidido ir publicando aquí esos documentos, para compartirlo con todos vosotros.

El primero que os voy a poner es una historia que escribí para participar en el concurso “Cuentos en la Radio” de Ràdio Nova (Vilanova del Camí) en el año 2004. Se titula Futurex y narra el futuro de la humanidad.

“FUTUREX”: el futuro de la humanidad

El gran día ha llegado, por fin ha llegado. Este momento parecía una meta intocable, inalcanzable, impensable hace unos años. Ahora estamos en el año 2092 y por fin ha pasado.

Seguramente os estáis preguntando qué es lo que ha pasado. Es una cosa muy sencilla, o por lo menos, en nuestra época. Vosotros sois del 2004 y quizá os parezca surrealista pero no, es real.

Para que me entendáis, os voy a explicar una historia que se remonta hacia el año 2020. Es una historia que habla de nosotros, de la humanidad y de todos sus problemas hasta llegar hasta nuestros días. Para vosotros, los hechos que a continuación voy a narrar son vuestro futuro pero para nosotros, nuestro pasado, nuestra más reciente historia.

"Todo empieza en las navidades del año 2019. El mundo está hecho una pena, está agonizante. Desde el nuevo milenio las personas empezaron a contaminar de manera imparable el planeta. Las guerras inundaron el panorama diario. Los países, la mayoría sin fundamento alguno, intentan atacar ante la menor provocación, con el objetivo de conseguir ese oro negro, el elemento principal que mueve el mundo, el petróleo. Con el transcurso de los años, este combustible, junto con otros fósiles, se agotó, y todo lo conocido hasta el momento se fue desvaneciendo. Una fuerte crisis mundial estalló y las potencias mundiales y los demás países empezaron a buscar de manera desesperada unos nuevos recursos, las energías renovables, que años atrás se habían abandonado por falta de recursos económicos para su investigación y desarrollo.

Además, la falta de combustible ha obligado a abandonar la carrera espacial, abandonando las bases y las pequeñas urbanizaciones que el gran continente mantenía en el planeta rojo y en nuestro satélite, la Luna.

Los ciudadanos empiezan a ver un mundo sin coches, o al menos los que utilizan combustibles fósiles. Las personas pobres que viven en los países subdesarrollados empiezan a aumentar su calidad de vida porque, al agotarse los recursos naturales, los países “ricos” han empezado a perder su interés por estos países, dejando a sus habitantes una cierta “libertad”.

Hacia al 2050 las cosas empezaron a cambiar. Algunos países lograron desarrollar de manera muy perfeccionada vehículos, aparatos y otros elementos que tienen como base de su funcionamiento la energía solar y un gas, el hidrogeno. Estos coches no contaminan como los de décadas atrás sino al contrario, aportan elementos necesarios al medio ambiente.

Uno de los efectos inmediatos que se observa al dejar de quemar combustibles es que el efecto invernadero está disminuyendo y la actividad atmosférica empieza a ser normal. No se puede olvidar que el acabar con todos los combustibles fósiles implica haber talado prácticamente todos los árboles del planeta excepto los protegidos. Además la tala de árboles masiva la empezó un presidente, de un país de cuyo nombre no quiero acordarme que, tras una racha imparable de incendios, decidió talar los árboles para prevenir posibles nuevas catástrofes.

Si echamos la vista a las ciudades costeras, lo que os puedo adelantar, para no interferir demasiado en vuestro futuro, es que las ciudades bañadas por mar que ahora conocéis yacen bajo un mar azul y profundo mientras que, otras ciudades y pueblos situados en valles o en las montañas, como por arte de magia, ahora tienen playa.

Tras años de continuado desarrollo el planeta parece haber llegado al equilibrio. Este desarrollo está basado en adelantos y nuevas tecnologías pero de manera sostenible. En el mundo ya no hay batallas ni explotación puesto que todos los elementos por los cuales se luchaban permanecen agotados y en el más negro y lejano recuerdo".

Lo dicho, el gran día ha llegado. Ahora en el mundo y tras años de agonías y preocupaciones, reina la Paz, se regala solidaridad, se enseña igualdad y todo eso en un mundo sostenible gracias al diálogo y no a las frías y sangrientas guerras. Ése es el lugar donde viviréis en un futuro no muy lejano, en un mundo tolerante, donde todos nos entendemos, nos comprendemos y respetamos.

Aitor Bernal Marín